miércoles, 16 de abril de 2014

Prometo que.

Camino sin rumbo fijo,

será que perdí mi Norte.


Prometo que no lo buscaré en ti,

ni esperaré a volver a encontrarlo en tus manos bajo mi falda.


(No sé si es que necesito amor o una brújula)


Que no te buscaré al volante de cualquier coche parecido al tuyo

o en más de un recuerdo desordenado entre mi mente y mi corazón.


(Creo que al encontrarme, hiciste que me perdiera)


Ya no me pondré ese vestido azul con la idea de que me lo desabroches,

ni pintaré mis labios de rojo para oírte decir que te encanta desgastármelos.

Prometo que al lado izquierdo del colchón le quitaré tu nombre

(como el de otros tantos)

 y que no te echaré de menos cuando me desvista.


Puedo prometer hasta hacerme a mí misma promesa y,

entonces…


romperme.